El publicista y productor de televisión Yaqui Núñez del Risco se mantiene en estado crítico, y los médicos que le atienden definieron como “muy grande” la hemorragia que tiene en el cerebro después de que el lunes sufriera un accidente cerebrovascular.
La información la ofreció esta mañana el neurocirujano José Joaquín Puello, quien dijo que el paciente sigue en el mismo estado crítico, aunque estable.
Explicó que debido a la severidad de la hemorragia que tiene en el cerebro, los próximos dos o tres días serán determinantes para su estado de salud.
El publicista fue ingresado el lunes en la noche a la Unidad de Cuidados Intensivos del Centro de Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat).
Núñez del Risco, de 69 años, fue visitado ayer por el presidente Leonel Fernández, quien llegó al centro de salud a las 2:00 de la tarde y permaneció allí durante 25 minutos, donde conversó con médicos, enfermeras y familiares del paciente.
Ayer en la tarde el doctor Eduardo Yermenos dijo que el paciente había logrado alguna mejoría y que incluso movió un brazo cuando era inyectado con un medicamento.
La información la ofreció al analizar una tomografía hecha en la mañana, en la que identificaba la mejoría del paciente.
Sin embargo, el doctor Yermenos dijo que aunque las expectativas eran buenas, “en medicina no siempre dos y dos suman cuatro”.
Había advertido que en ocasiones se producen recaídas, pero que mantenía la esperanza de que en el caso de Núñez del Risco no se presentara esa situación.
Además de los doctores Puello Herrera y Yermenos, es atendido por el cardiólogo Pedro Ureña.
Desde que se conoció la noticia sobre el accidente cardiovascular sufrido por el destacado presentador de televisión, periodistas, artistas, empresarios, funcionarios gubernamentales, legisladores y otras personas han visitado Cedimat y conversado con el equipo médico sobre la evolución de su estado de salud.
Durante las primeras 48 horas del accidente cerebral el hematoma que se formó se fue alojando en uno de los surcos, donde comenzó a disolverse.
Uno de los riesgos de esa situación es que la sangre podría tapar algún ventrículo, lo que obligaría a los médicos a drenar el área.