SAN JOSE (EFE).- Al menos unas 400 dominicanas viven en Costa Rica obligadas por una red ilegal a desempeñarse como prostitutas mientras pagan una deuda que contrajeron con esa organización para salir de su país, informó hoy el diario La Nación.
El rotativo costarricense señaló que la red ilegal opera desde hace algunos años y se encarga de sacar de su país a las mujeres, llevarlas hasta Nicaragua y después ingresarlas a Costa Rica por los puntos ciegos de la frontera.
Una vez en San José, abogados ligados a la banda casan a las dominicanas con costarricenses, en su mayoría indigentes, a quienes nunca han visto en sus vidas, según señalan las investigaciones de la Dirección de Migración.
Posteriormente, las mujeres regresan a República Dominicana para solicitar ante el consulado costarricense una visa para "reunificación familiar".
Con la visa aprobada, retornan a Costa Rica, donde la red ilegal las obliga a desempeñarse como prostitutas para que paguen los gastos de todo ese proceso, cuyo monto no ha sido revelado por las autoridades costarricenses.
Al cabo de dos años de casadas, las dominicanas pueden solicitar la nacionalidad costarricense y según las investigaciones, logrado ese paso, algunas de ellas tienen como siguiente objetivo viajar a Europa.
El cónsul costarricense en República Dominicana, Gerardo Madriz, explicó que la sede diplomática aprueba por mes unas 20 visas para "reunificación familiar".
Según el diplomático, durante las entrevistas se descubren las irregularidades, pero afirmó que hay poco que hacer para evitar la entrega de la visa, debido a algunos mandatos de la Sala Constitucional costarricense acerca de este tipo de casos.
Por su parte, la embajadora dominicana en Costa Rica, Marta Núñez, explicó al diario que se ha reunido con autoridades del ministerio de Relaciones Exteriores de su país, ya que existe "preocupación" por el asunto.
"El problema siempre ha existido. Lo que pasa es que ahora se han implementado mayores controles para detener la situación", principalmente mayor intercambio de información, afirmó la embajadora.
El director costarricense de Migración, Mario Zamora, aseguró que el principal problema que enfrentan las autoridades es que las mujeres no se atreven a revelar detalles de la organización que las trajo al país y "así es muy difícil hacer algo".
Las autoridades costarricenses tienen identificados a tres sospechosos de liderar la organización ilegal, a quienes están investigando.