DAJABÓN.- Los disturbios en Haití por el alto costo de la vida y la crisis económica, se extendieron a la ciudad de Juana Méndez, ubicada a 600 metros de Dajabón, lo que generó tensión y preocupación en esta población.
Manifestantes haitianos incendiaron neumáticos y obstaculizaron las polvorientas calles de esa población fronteriza, asustando a la gente y obligando a casi todas las escuelas y el comercio de esa localidad a cerrar temporalmente sus puertas.
La presencia de agentes de la Policía Nacional de Haití (PNH) y de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah) ha sido evidente en varios lugares de la ciudad, en especial frente a las oficinas de Aduanas. Las organizaciones no gubernamentales Solidarite Fwontalye, Servicio Jesuita para los Refugiados Migrantes y la Comisión de los Derechos Humanos en Juana Méndez (Haití), dijeron que al parecer los agentes aduaneros están en el punto de mira de la población, que los acusa de dificultar los trámites de importación, “a la vez que juegan la carta de la corrupción”.
Comerciantes haitianos declararon a Radio Power que en el día los oficiales confiscan huevos, pollos y otras mercancías que compran en República Dominicana y por la noche discretamente se las venden a otros comerciantes. Las entidades explicaron que para evitar que suceda lo peor, los agentes de la Policía de Haití patrullan puntos estratégicos de la ciudad susceptibles de ser atacados.
Por igual, las entidades afirmaron que en el origen de esos desórdenes se encuentra un hecho concreto: la carestía de la vida y la vertiginosa subida de los precios de los productos de primera necesidad.
Protesta“La violencia que reina hoy en Ouanaminthe no es un hecho aislado, sino que se inscribe en el marco del levantamiento que parece general en todo Haití, en protesta por la inactividad del Gobierno frente al alza de los precios de los productos de la canasta básica”, expresa el informe de las organizaciones haitianas entregado a LISTÍN DIARIO.
Indican que la situación se hace dramática porque la subida de los productos no guarda relación con la capacidad adquisitiva del pueblo. La mayoría de las familias son incapaces de satisfacer sus necesidades básicas, como la alimentación o el vestido; y los campesinos haitianos prefieren emigrar a República Dominicana.