SANTIAGO.- El arzobispo de esta arquidiocesis, Ramón Benito de la Rosa y Carpio, advirtió que en día el narcotráfico se ha constituido en la gran amenaza para las libertades de República Dominicana, tras considerar que ahora hay que utilizar las fuerzas en defensa de la nacionalidad y en contra de este mal.
El prelado recordó que a mitad del siglo XIX la gran amenaza del país era el poder militar y el poder político de Haití sobre República Dominicana, pero la fuerza de la defensa nacional le salió al paso, porque era una amenaza, “pero yo considero que hoy en día la gran amenaza para las libertades del país es el narcotráfico, y por eso, si en aquella época Juan Pablo Duarte tuvo que levantarse para proteger la nacionalidad, entonces hoy día hay que hacerlo contra el tráfico de drogas”.
“Esa es la gran lucha que nosotros los dominicanos debemos de desarrollar. Y creo que las fiestas patrias deben inspirarnos para llevar a cabo esa lucha”, subrayó de la Rosa y Carpio al ser entrevistado por periodistas al concluir el tedeum que ofició en la Catédral Santiago Apóstol con motivo de la conmemoración del 164 aniversario de la Independencia Nacional de la República.
El prelado expresó que el país no sólo espera la ayuda de Estados Unidos para erradicar el narcotráfico, “sino también, que nos ayuden con los que compran las drogas en esa nación, porque si ellos (Estados Unidos) no tuvieran compradores de estupefacientes, República Dominicana tendrían menos narcotráficantes”.
Asimismo, el prelado entiende que el país también quisiera estar informado de todos los que se hace en Estados Unidos en contra los grandes comerciantes del narcotráfico; que están allá los principales, porque hay que unir las dos cosas.
Huelga médicaDe otro lado, el presidente de la Conferencia Episcopal Dominicana afirmó que siempre ha abogado por los enfermos que son los que sufren cuando se producen las huelgas médicas, las que dijo no entiende.
“Siempre estaremos en defensa de los enfermos; la vida vale más que todo; vale más que la huelga; vale más que el dinero, es la vida de los enfermos. Los médicos tienen que vivir también, pero yo creo que no mueren de hambre, mientras que los enfermos sí pueden morirse, porque no tienen quien les atienda”, enfatizó.
El arzobispo De la Rosa y Carpio justificó la presencia de haitianos en República Dominicana. “Ahora, los haitianos son inmigrantes, como nosotros también somos inmigrantes en el mundo entero, que está lleno de dominicanos”.
Sostuvo que la situación de ahora de los haitianos no es la misma de antes, “porque ahora son inmigrantes que debemos acogerlos”.