Según las quejas, decenas de inmigrantes indocumentados están cruzando la frontera "sin ningún tipo de control".
Preocupado por la situación, el gobernador de la provincia de Dajabón, en la frontera con Haití, Miguel Cruz Jiménez, convocó para mañana a las autoridades militares y civiles a una reunión sobre el asunto.
Según informes de organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes, el 99 por ciento de los haitianos que cruza la frontera prefiere emigrar a la ciudad de Santiago (norte), la segunda del país, donde se levantan importantes obras de infraestructuras promovidas por el sector privado y el Estado.
El jesuita Regino Martínez, coordinador de la organización no gubernamental Solidaridad Fronteriza de Dajabón, dijo a Efe que el aumento del tráfico de personas indocumentadas se debe a la falta de controles.
Según Martínez, en Dajabón "todo el mundo sabe los lugares por donde son traficados los haitianos" que llegan al país.
Igualmente dijo que hay lugares específicos de la frontera en los que supuestamente miembros de la Policía Nacional y del servicio de inteligencia del Ejército Nacional cobran dinero a los traficantes para permitirles la entrada de los indocumentados.
"Dentro de los mismos controles establecidos en la zona hay corrupción y entonces así jamás se podrá controlar ese tráfico de personas por la frontera", subrayó.
Asimismo, se quejó de que en ocasiones militares apresan y someten a la Justicia a personas que son reincidentes en el tráfico de inmigrantes, pero que a éstos sólo se les imponen multas leves.
El opositor Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) advirtió ayer de que los fenómenos meteorológicos que afectaron Haití en las últimas semanas pueden provocar un éxodo masivo de ilegales haitianos hacia la República Dominicana
La organización política dijo que este movimiento migratorio tendría "consecuencias incalculables" para la nación caribeña donde, según denunció, "no existe una política migratoria clara y efectiva que detenga la penetración masiva de ilegales haitianos al país".
Se calcula que alrededor de un millón de haitianos vive en la República Dominicana y se dedica a trabajos de construcción, turismo, comercio y agricultura.
El trato que reciben los haitianos en la República Dominicana y la actitud del Gobierno del país ante esta situación han sido objeto de críticas de diferentes organizaciones.
Preocupado por la situación, el gobernador de la provincia de Dajabón, en la frontera con Haití, Miguel Cruz Jiménez, convocó para mañana a las autoridades militares y civiles a una reunión sobre el asunto.
Según informes de organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes, el 99 por ciento de los haitianos que cruza la frontera prefiere emigrar a la ciudad de Santiago (norte), la segunda del país, donde se levantan importantes obras de infraestructuras promovidas por el sector privado y el Estado.
El jesuita Regino Martínez, coordinador de la organización no gubernamental Solidaridad Fronteriza de Dajabón, dijo a Efe que el aumento del tráfico de personas indocumentadas se debe a la falta de controles.
Según Martínez, en Dajabón "todo el mundo sabe los lugares por donde son traficados los haitianos" que llegan al país.
Igualmente dijo que hay lugares específicos de la frontera en los que supuestamente miembros de la Policía Nacional y del servicio de inteligencia del Ejército Nacional cobran dinero a los traficantes para permitirles la entrada de los indocumentados.
"Dentro de los mismos controles establecidos en la zona hay corrupción y entonces así jamás se podrá controlar ese tráfico de personas por la frontera", subrayó.
Asimismo, se quejó de que en ocasiones militares apresan y someten a la Justicia a personas que son reincidentes en el tráfico de inmigrantes, pero que a éstos sólo se les imponen multas leves.
El opositor Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) advirtió ayer de que los fenómenos meteorológicos que afectaron Haití en las últimas semanas pueden provocar un éxodo masivo de ilegales haitianos hacia la República Dominicana
La organización política dijo que este movimiento migratorio tendría "consecuencias incalculables" para la nación caribeña donde, según denunció, "no existe una política migratoria clara y efectiva que detenga la penetración masiva de ilegales haitianos al país".
Se calcula que alrededor de un millón de haitianos vive en la República Dominicana y se dedica a trabajos de construcción, turismo, comercio y agricultura.
El trato que reciben los haitianos en la República Dominicana y la actitud del Gobierno del país ante esta situación han sido objeto de críticas de diferentes organizaciones.