El Directorio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) conocerá mañana 29 un proyecto de financiamiento para mejorar eficiencia de las empresas de distribución eléctrica Edenorte Edesur y EdeEste.
El convenio es por US$40 millones y se sumará a otro por un monto levemente superior que otorgará el Banco Mundial para los mismos fines.
El proyecto también abarcará una mejora de la “telemedida” (que determina la cantidad de energía consumida desde el origen no desde el punto de consumo) de los grandes clientes de las empresas distribuidoras, y también la formación de las comunidades en el hábito de pagar para lograr un mejor servicio.
La información la ofreció el representante residente del BID, Manuel Labrado, en el encuentro LISTÍN DIARIO en la Globalización que coordina el economista Juan Guilliani Cury.
Labrado dijo que con la telemedida se podrá controlar el consumo de los grandes consumidores desde la propias compañías distribuidoras para evitar todo tipo de fraudes, ya que continuamente se verán las subidas y bajadas.
“Se trata un proyecto financiado por el BID por un monto de US$40 millones que irá acompañado de otro del Banco Mundial de más de US$40 millones y que en total superará US$80 millones”, explicó Labrado.
La meta del proyecto del BID es “disminuir las pérdidas técnicas en las distribuidoras, establecer el sistema de telemedida con los grandes consumidores y formar a las comunidades para que de alguna manera vean las ventajas de pagar a cambio de recibir un buen servicio”. Labrado explicó que uno de los problemas de los inversores extranjeros, determinado mediante una encuesta que hizo el Banco Mundial, es la limitación que para la competitividad representa la deficiencia del servicio eléctrico.
El ejecutivo considera necesario eliminar el subsidio generalizado al sector eléctrico y reducir las pérdidas técnicas pero también las que se dan por falta de pago o por fraudes de los usuarios. Expresó que el subsidio eléctrico produce un gran desequilibrio en la balanza comercial y cree que es momento de “abordar un tema que llevaba muchísimos años y es momento de solucionarlo”.
“En este momento de crisis internacional es momento para abordar los problemas difíciles”, manifestó el representante del BID, “porque hay soluciones de corto, mediano y largo plazos”.
En el corto plazo, observa que lo primero es combatir el fraude de raíz y el no pago y también se puede tratar de manera rápida la disminución de las pérdidas técnicas, al igual que todo el ordenamiento del sistema eléctrico, “porque ahí hay un trabajo de voluntad política, de si el modelo va ser público o si va a ser un modelo más privado, y se requieren tomar decisiones políticas”.
Otro proyecto del BID está en fase de preparación sobre el fomento de la competitividad, de US$180 millones, en tres tramos de US$60 millones para financiar actividades vinculadas a la competitividad, “es un dinero que entra directamente en Hacienda y que establece una serie de hitos que se tienen que cumplir para ir desembolsando”.
El BID también trabaja con el Consejo Nacional de Competitividad y la Secretaría de Economía, Planificación y Desarrollo en una iniciativa para mejorar las condiciones de negocios del país.
Apoya sector privadoManuel Labrado dijo que a partir de 1997 el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó dedicar el 10% de su cartera global de créditos al sector privado, que son unos US$60,000 millones y pone a disposición a través de cuatro ventanillas.
La primera ventanilla es la financiación estructural para proyectos de más de US$50 millones.
Mientras que la segunda ventanilla está a cargo de la Corporación Interamericana de Inversiones (CII) que forma parte del Grupo BID.
La tercera ventanilla es a través del Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin), mediante el cual República Dominicana ha recibido US$14.5 millones en 19 proyectos. Una cuarta ventanilla es de donaciones.