El embajador haitiano en el país, Fritz Cineas, también se refirió al tema y consideró “delicadas” las relaciones diplomáticas entre Haití y República Dominicana.
Dijo que cualquier indiviudo o entidad interesada en perjudicar las relaciones entre los dos países puede hacer un acto que las desestabilice.
Mientras tanto, Paraison abogó para que se hagan campañas con sociólogos y sicólogos que hagan entender a la gente que por una responsabilidad penal individual no se puede atacar a toda la población haitiana en República Dominicana.
Lamentó también que se haga conciencia de que la justicia es un recurso que está reservado a los tribunales, por lo que no se puede aplicar justicia de manera particular.
Destacó que de los linchamientos no han sido víctimas los haitianos, sino también dominicanos sorprendidos en alguna acción delictiva, lo que dijo es preocupante.
Paraison, presidente de la Fundación Zile, fue entrevistado por Jacqueline Morel en el programa Telematutino 11, de Telesistema Dominicano, canal 11, a propósito de los enfrentamientos entre haitianos y dominicanos en Neiba y Guayubín, con saldo de por los menos cuatro muertos.
Paraison reclamó que sean sometidos a la Justicia los haitianos y dominicanos que han participado en esos incidentes.
Los enfrentamientos en Neiba estuvieron relacionados con la muerte del motoconchista dominicano Julio César Díaz, a manos supuestamente de dos haitianos. En vengaza, dominicanos de la zona mataron a los haitianos Solano Méndez Pérez, nacionalizado dominicano, y Manuel Yenis.
Mientras que en Guayubín los incidentes fueron por la muerte del comerciante Alcibíades Jiménez, por parte de un haitiano al que tenía albergado en su casa.
Paraison consideró inaceptable que por una acción particular se ataque de manera indiscriminada a todos los haitianos.
Consideró necesario que las autoridades dominicanas establezcan acuerdos que permitan regularizar la situación de los haitianos que trabajan en República dominicana, de manera que por lo menos se les pueda expedir un carné.
Planteó que se puede firmar acuerdos laborales similares a los que República Dominicana mantiene con España.
Resaltó la contribución que la mano de obra haitiana hace a la economía dominicana y aseguró que sectores como la construcción y el agrícola no pueden desprenderse de los trabajadores haitianos.
Se quejó de que sólo se hable de la supuesta carga que son los haitianos para la economía dominicana, pero nadie se refiere a la contribución que ellos hacen.
En Neiba
El comercio, la construcción y la agropecuaria están prácticamente paralizados, como consecuencia de las repatriaciones y el regreso voluntario de cientos de haitianos después de los incidentes del lunes y el martes.
Igualmente se han reducido considerablemente las ventas en el mercado.
En Montecristi
Otras tres viviendas de haitianos fueron incendiadas ayer por dominicanos en Guayubín, en represalia por el asesinato del comerciante Alcibíades Jiménez.
En esa zona la situación entre dominicanos y haitianos sigue tensa, a pesar de los esfuerzos de las autoridades por mantener la armonía.