“La unión conyugal” de Glen y Jorge, el pasado sábado en un centro de diversión, no es la primera que se realiza en esta ciudad, ya que recientemente otra pareja decidió abandonar sus esposas y “unir sus vidas en una ceremonia con velo y corona”.
Un joven identificado como Luis dijo que fue testigo presencial “de la ceremonia nupcial”, de una pareja de homosexuales que ahora reside en un apartamento en el sector Hoya del Caimito, al este del municipio.
Mientras que ayer, una mujer que participó de la fiesta donde unieron “lazos de amor” Glen y Jorge y que rehusó identificarse dijo que fue testigo de la fiesta celebrada en el negocio, ubicado en la calle Benito Monción.
Aunque en algunos países se permite la unión matrimonial entre personas del mismo sexo, las leyes de República Dominicana no lo permiten.