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martes, 20 de noviembre de 2007

Insalubridad cunde el bario, mientras las ratas hacen una fiesta en noche en Cancino Adentro


Entrar al barrio Cancino Adentro es una experiencia dolorosa y desagradable. La apreciación es de sus propios moradores, quienes se sienten abandonados a su suerte.
Las calles están totalmente destruidas; el hedor de las aguas residuales condensadas en una capa de lodo espeso le da la bienvenida a los visitantes y los estudiantes tienen que caminar por un peligroso tramo de una cañada para llegar a la Escuela Básica de Cancino Adentro.
En el barrio la pobreza arropa las casuchas, muchas de ellas construidas de hojalata y en lugares inhabitables, donde las ratas y otras alimañanas se pasean de día y de noche sin ningún control.
Los jóvenes no tienen un club recreativo donde entretenerse y el agobio los sorprende cada tarde, como ayer, sentados sin hacer nada, en la esquina de la calle Central. Sin embargo, el principal reclamo que hacen a las autoridades es el asfaltado de sus calles y que vuelvan a colocar los contenes que las autoridades del Ayutnamiento de Santo Domingo Este, según dicen los moradores, rompieron para volver a construir y todavía no lo han hecho.
Carlos Cepeda, uno de los dirigentes comunitarios, mostró el estado deplorable de las calles.
Explicó que todo el trayecto de la calle Central, accidentado por piedras y hoyos, culmina en una cañada fétida que cuando llueve se desborda.
El lodo hediondo permanece y los niños, uniformados con sus camisitas y pantalones azules, deben vadearlo para poder llegar desde sus casas hasta el centro donde reciben docencia de manera temporal.
“Nuestra principal necesidad es que nos arreglen las calles y otra cosa es que el agua no está bien distribuida, porque llega a unas casas y a otras no”, dice. http://www.listindiario.com.do