Los distintos sectores provenientes del PRSC que apoyan a Leonel Fernández están divididos en varios segmentos, como si el fantasma de la fragmentación persiguiera a los discípulos del extinto Joaquín Balaguer.En los últimos tres años, decenas de dirigentes de todos los niveles han salido de las filas del Partido Reformista Social Cristiano, la mayoría para respaldar al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), pero hasta ahora han resultado infructuosos varios intentos por agruparlos a todos en un proyecto político común.
Actualmente, existe un partido y al menos cinco movimientos encabezados por prominentes ex reformistas, todos ellos creados exclusivamente para servir de soporte político al partido morado y sus candidatos.
Uno de los intentos por unificar bajo una sola estructura la disidencia reformista fue la creación del Partido Popular Reformista (PPR), por parte de un grupo de dirigentes vinculados al extinto Jacinto Peynado, quienes lograron en enero pasado que la Junta Central Electoral (JCE) reconociera la agrupación política.
Pero la tarea de cobijar a los reformistas aliados al PLD bajo la sombra del PPR se tornaría aún más difícil ahora cuando vientos de división han comenzado a soplar en esa entidad, con el enfrentamiento entre sus dos principales directivos.
Antes de la formación del PPR, en los primeros meses del 2004, salieron del PRSC varias figuras emblemáticas de la agrupación, disgustados por los resultados de las primarias del año anterior que daban como ganador a Eduardo Estrella.
Los renunciantes, encabezados por Carlos Morales, Leonardo Matos Berrido y el hoy extinto Donald Reid Cabral formaron el Consejo Presidencial Reformista, en lo que hasta ese momento había sido la mayor estampida ocurrida en el partido rojo, no sólo por la cantidad de desertores, sino por el peso de esas figuras.
En ese grupo salieron, además, Humberto Salazar, Claudio de los Santos, Arístides Fernández Zucco y Augusto Féliz Matos, entre otros.
Sin embargo, y a pesar de la cantidad y calidad de los dirigentes, tampoco esta estructura ha podido aglutinar en su totalidad la disidencia reformista. Más bien, la dispersión se ha mantenido y se ha profundizado.
Esto así, porque muchos de los dirigentes que han abandonado las filas reformistas han formado otros movimientos, como hicieron Modesto Guzmán y Alexandra Izquierdo.
Un caso curioso es el de Alexis Joaquín Castillo, quien recientemente lanzó un movimiento disidente denominado Nueva República y anunció que eventualmente ese grupo fijaría posición con miras a las elecciones del 2008. Posteriormente, Castillo apareció en un acto con el presidente Fernández aunque luego aclaró que aún no ha tomado una decisión. http://www.elcaribecdn.com.do/
