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miércoles, 2 de abril de 2008

Negocios informales en aceras de calles y avenidas de la Capital, obstaculizan tránsito de peatones

En los últimos meses se ha registrado un auge del negocio informal de venta de vehículos en calles y aceras que obstaculiza el libre tránsito. La actividad se verifica tanto en el Distrito Nacional como en la provincia de Santo Domingo.
Lo que hace años era un fenómeno aislado se ha convertido hoy en un lucrativo negocio en avenidas como la carretera Mella, San Vicente de Paúl, Venezuela, San Isidro, Colombia y El Coco, entre otras del municipio Santo Domingo Este, que es donde abunda más esta práctica.
Las filas de vehículos con carteles de “se vende”, y en algunos casos con un número de teléfono móvil para los interesados, parece incrementarse cada día, sin que las autoridades tomen medidas para controlarlo. En sectores como el Ensanche Ozama, Pidoca, Las Palmas de Alma Rosa y otros donde proliferan estos negocios, los residentes se quejan constantemente porque los vehículos son estacionados en la vía pública para su venta.
Sin pagar ningún impuesto a los cabildos, estos negocios se instalan sin importar el flujo de vehículos en diferentes vías, muchas de las cuales permanecen congestionadas en las denominadas horas pico.
El problema de los estacionamientos también sigue agravado por decenas de carros y yipetas estacionadas en plena calle para la venta. En espacios privados Negociantes que se dedican a la venta de vehículos de segunda mano en las calles de la capital se las ingenian para traspasar su actividad a estacionamientos privados de viviendas, en los que las autoridades no puedan intervenir, y así evitan sanciones.
Así lo hizo un grupo de vendedores de vehículos que desde hace 18 años opera en las proximidades de la carretera Mella esquina San Vicente de Paúl, en el sector Pidoca, quienes ante la solicitud del Ayuntamiento Santo Domingo Este para que se movieran del lugar, optaron por alquilar espacios particulares para exhibir sus mercancías.
Eustacio de la Cruz, uno de los vendedores ubicados en el lugar, dijo que anteriormente pagaban al Ayuntamiento cerca de RD$60,000 cada seis meses, pero en la gestión que encabeza Juan de los Santos no han estado pagando el tributo, porque se les exigió que retiraran sus automóviles de la vía pública.
Algunos propietarios alegan que los espacios que ocupan sus vehículos corresponden a la parte frontal de sus establecimientos comerciales donde pagan los impuestos correspondientes.
Sin embargo, en muchos casos los carros que ofertan son colocados en las aceras. Allí se mantienen todo el día y, si tienen espacio dentro de sus negocios, los guardan durante las noches.
En ocasiones los vehículos permanecen fuera de las áreas de negocios por falta de espacio, y otras veces para llamar la atención de las personas que transitan por los lugares donde están ubicados.
Los propietarios de agencias de venta se quejan de que los vendedores informales de vehículos usados compiten con ellos de una manera desleal, porque al operar en la calle evaden el pago de impuestos de un establecimiento formal.
Vecinos de varios sectores del municipio Santo Domingo Este coincidieron en solicitar a las autoridades municipales que prohíban que los vendedores estacionen sus vehículos de segunda mano en la calle y copen los estacionamientos. Otros solicitaron que las autoridades municipales sancionen con multas a las personas que incurran en esta práctica que, aseguran, se incrementa cada día.