POR WILSON SUAZO Y TEOFILO BONILLA Diversas reacciones desde la ciudad de Nueva York, Barahona, Santiago y otras provincias, se registraron el Día Nacional del Periodista, en que el país conoció detalles de la inusual selección de los periodistas que en lo adelante disfrutarían una pensión del Poder Ejecutivo, por el monto de los 25 mil pesos mensuales.
En ese contexto hemos observado las protestas de periodistas dominicanos residentes en Nueva York y la de cuatro veteranos colegas oriundos de Barahona, con una trayectoria periodística, quizás, de más tiempo y más sostenida que en relación a la mitad del grupo de 23 periodistas que Mercedes Castillo, en su rol de “presidenta” circunstancial del CDP, maniobró insertar en el listado oficial.
La mayoría de los movimientos periodísticos que operan a lo interno del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), reaccionó molesto por la selección que Castillo hizo en forma irresponsable, con una extraña complicidad de la oficina de prensa del Gobierno.
Si el año pasado los problemas surgidos llevaron a algunos periódicos, entre ellos El Nacional de Ahora, a expresar severas críticas al criterio que imperó en aquella coyuntura para escoger el primer grupo de 23 periodistas para las pensiones, el flamante director de prensa del gobierno, Rafael Núñez, pudo hacer algunos correctivos con la selección de este año.
Así pudo evitar la escogencia en este listado de gentes –en algunos casos- sin los méritos para una pensión. Núñez no actuó como correspondía a un funcionario de su nivel. En honor a la verdad, debemos decir que él sí actuó en forma correcta, siendo subdirector de prensa durante el primer gobierno de Leonel, en la coyuntura en que detuvo los desvaríos de esos grupos gremiales en el asunto de las exoneraciones de vehículos, situación que habría escandalizado a esferas del gobierno y del mismo gremio periodístico.
Sin embargo, en lo que pareciera una especie de “matrimonio” entre el jefe de prensa del gobierno, lo mismo que grupos patronales, con la presidenta del CDP, comprobamos ahora los “lodos que esas aguas han arrastrado”.
El gobierno dominicano, directamente conectado en la solución de estos asuntos con una dirección usurpada e ilegitima del CDP, se convierte en responsable de la exclusión de periodistas como José Alberto Sánchez (Sanchito), Rafael Reyes Jerez, Clodomiro Moquete, Epifanio Rodríguez, Luis López Méndez, Genao Contreras y Víctor Manzueta Espaillat, Francisco Rodríguez, en Esperanza, Humberto Morel Estévez, Villa Vásquez, Miguel Amado Nova, en Santiago, entre otros.
Ahora, el caso de Sanchito, quien fue operado de un cáncer, y se mantiene firme gracias a su fuerza de voluntad, el apoyo de su familia y de sus compañeros de lucha gremial, es el que más llama la atención.
Sanchito, quien ha sido uno de los constructores del nuevo Colegio de Periodistas, dirigente histórico del gremio por más de 30 años, y a diferencia de Mercedes Castillo, es un periodista completo en el amplio sentido de la palabra.
Primero, Sanchito ha sido un histórico defensor de los periodistas dominicanos. Segundo, ejerció como periodista de radio, prensa escrita, televisión y oficina de relaciones públicas. Con estos atributos a su favor, combinado con el ejercicio gremial y profesional, debió ser el primero en el listado de los últimos 23 periodistas escogidos para recibir una pensión.
Sanchito supera en méritos y razones objetivas para esta distinción a todos, pero la Oficina de Prensa del gobierno y la dirección ilegitima del CDP lo excluyeron sin razones.
Esperamos que el presidente Leonel Fernández pueda enmendar este error de su jefe de prensa, quien actuó presionado por la Castillo o sin tomar en cuenta lo que ésta se proponía hacer, a fin de meter “gato por liebre” entre los nominados a las pensiones, que en el fondo abochorna al gremio y a sus dirigentes históricos.
En ese contexto hemos observado las protestas de periodistas dominicanos residentes en Nueva York y la de cuatro veteranos colegas oriundos de Barahona, con una trayectoria periodística, quizás, de más tiempo y más sostenida que en relación a la mitad del grupo de 23 periodistas que Mercedes Castillo, en su rol de “presidenta” circunstancial del CDP, maniobró insertar en el listado oficial.
La mayoría de los movimientos periodísticos que operan a lo interno del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), reaccionó molesto por la selección que Castillo hizo en forma irresponsable, con una extraña complicidad de la oficina de prensa del Gobierno.
Si el año pasado los problemas surgidos llevaron a algunos periódicos, entre ellos El Nacional de Ahora, a expresar severas críticas al criterio que imperó en aquella coyuntura para escoger el primer grupo de 23 periodistas para las pensiones, el flamante director de prensa del gobierno, Rafael Núñez, pudo hacer algunos correctivos con la selección de este año.
Así pudo evitar la escogencia en este listado de gentes –en algunos casos- sin los méritos para una pensión. Núñez no actuó como correspondía a un funcionario de su nivel. En honor a la verdad, debemos decir que él sí actuó en forma correcta, siendo subdirector de prensa durante el primer gobierno de Leonel, en la coyuntura en que detuvo los desvaríos de esos grupos gremiales en el asunto de las exoneraciones de vehículos, situación que habría escandalizado a esferas del gobierno y del mismo gremio periodístico.
Sin embargo, en lo que pareciera una especie de “matrimonio” entre el jefe de prensa del gobierno, lo mismo que grupos patronales, con la presidenta del CDP, comprobamos ahora los “lodos que esas aguas han arrastrado”.
El gobierno dominicano, directamente conectado en la solución de estos asuntos con una dirección usurpada e ilegitima del CDP, se convierte en responsable de la exclusión de periodistas como José Alberto Sánchez (Sanchito), Rafael Reyes Jerez, Clodomiro Moquete, Epifanio Rodríguez, Luis López Méndez, Genao Contreras y Víctor Manzueta Espaillat, Francisco Rodríguez, en Esperanza, Humberto Morel Estévez, Villa Vásquez, Miguel Amado Nova, en Santiago, entre otros.
Ahora, el caso de Sanchito, quien fue operado de un cáncer, y se mantiene firme gracias a su fuerza de voluntad, el apoyo de su familia y de sus compañeros de lucha gremial, es el que más llama la atención.
Sanchito, quien ha sido uno de los constructores del nuevo Colegio de Periodistas, dirigente histórico del gremio por más de 30 años, y a diferencia de Mercedes Castillo, es un periodista completo en el amplio sentido de la palabra.
Primero, Sanchito ha sido un histórico defensor de los periodistas dominicanos. Segundo, ejerció como periodista de radio, prensa escrita, televisión y oficina de relaciones públicas. Con estos atributos a su favor, combinado con el ejercicio gremial y profesional, debió ser el primero en el listado de los últimos 23 periodistas escogidos para recibir una pensión.
Sanchito supera en méritos y razones objetivas para esta distinción a todos, pero la Oficina de Prensa del gobierno y la dirección ilegitima del CDP lo excluyeron sin razones.
Esperamos que el presidente Leonel Fernández pueda enmendar este error de su jefe de prensa, quien actuó presionado por la Castillo o sin tomar en cuenta lo que ésta se proponía hacer, a fin de meter “gato por liebre” entre los nominados a las pensiones, que en el fondo abochorna al gremio y a sus dirigentes históricos.
