El Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez dijo hoy que este es el único país del mundo donde se mantienen abiertas las fronteras para que toda mujer que quiera entrar a dar a luz a sus hijos en los hospitales lo haga, lo que atribuyó a la falta de una política migratoria definida.
Dijo que la gran cantidad de pacientes haitianos que se atienden en los hospitales dominicanos es una evidencia de la fuerte inversión que hace el país a favor de los habitantes del vecino país y aseguró que República Dominicana está haciendo más por Haití que todos los demás países juntos.
Consultado en torno a la cantidad de parturientas haitianas que diariamente llegan a los hospitales fronterizos a tener a sus hijos, López Rodríguez dijo que ese tipo de cosas no se ven en ninguna parte del mundo.
“En ninguna parte del mundo se ven ese tipo de cosas, ni Francia con España, ni Alemania con Austria ni Estados Unidos con México, en ningún sitio se ve eso, pero aquí hacemos ese tipo de práctica justamente por lo que yo dije recientemente: que no hay en la República Dominicana una política migratoria definida”.
Dijo que dada esa realidad cada quien entra por donde le da la gana y hace lo que le parece.
En torno a las críticas de organismos internacionales de que en el país se discrimina a los haitianos, respondió que si sería por esa razón que República Dominicana está atendiendo tanta gente en los hospitales.
“Yo quisiera saber si las personas que están diciendo eso están haciendo en su país lo que aquí estamos haciendo por Haití, lo que estamos haciendo nosotros”.
Señaló que sostenía con conocimiento de causa que la República Dominicana está haciendo más por Haití que todos los países juntos, y que el hecho de tener en territorio dominicano cientos de miles de haitianos y haitianas, dándoles trabajo, alimentación y la oportunidad de que ellos puedan enviar también para Haití sus remesas, son muestras del apoyo que brinda el país.
No obstante, señaló que República Dominicana no puede echarse ese problema de Haití solo, por consiguiente es la comunidad internacional la que tiene que intervenir para ayudar a solucionar el problema.
Entiende que el país no puede ceder a esas campañas de personas que viven del cuento, “nosotros somos un país libre e independiente y no sometido a nadie, y no aceptamos que nadie venga aquí a imponernos la forma en que tenemos que actuar”.
REFORMAEn torno a las quejas expresadas por algunos sectores sobre la reforma constitucional que se lleva a cabo en el Congreso Nacional, dijo que cada persona que esté inconforme debe someter sus quejas a las instancias correspondientes y elevar todas esas protestas a dichas instancias.
En torno a que como él calificaba la reforma contestó: “no me corresponde a mí opinar de ese tema, son asuntos constitucionales. No tengo que hablar sobre ese tema. Si usted quiere una realidad, entonces lleve a la instancia que ha provocado la reforma, para que ellos mismos entonces actúen”.
Ante el comentario de que los legisladores están actuando en base a un acuerdo político dijo que ese es un reclamo entonces que debe llevársele también a los políticos.
Señaló que la iglesia ha actuado en defensa de los derechos aunque la gente diga que no, “que lo digan los hechos”.