El presidente de la República, doctor Leonel Fernández, condecoró al juez español Baltasar Garzón, con la Orden al Mérito, Duarte, Sánchez, y Mella, Gran Cruz Placa de Plata, mediante decreto 745-09, durante el acto de puesta en circulación de la reedición del libro “Judas Iscariote, el Calumniado", de Juan Bosch, con motivo del centenario del nacimiento del intelectual y político dominicano.
El decreto presidencial destaca los altos merecimientos del magistrado español, que tuvo a su cargo la lectura del prólogo de la obra, durante un acto celebrado la noche de este viernes en el salón Las Cariátides del Palacio Nacional.
Luego de la lectura del prólogo, el presidente Fernández recibió del juez Garzón los primeros ejemplares del libro, una edición hispano-dominicana conmemorativa al centenario del nacimiento de Juan Bosch.
Garzón dijo que lo que siempre admiró en el destacado literato fue su honestidad, decencia, coherencia y su amor por la libertad. "En él las palabras patria, justicia, paz y tolerancia, cobran su sentido vivo, permanente y profundo, que transmitía a su pueblo y que aún transmite hoy día a través de sus libros y enseñanzas, y su visión política de una sociedad joven y con ganas de incorporarse al mundo”.
Relató que Bosch prefirió el exilio antes que postrarse al dictador Rafael Leonidas Trujillo.
Afirmó que sus obras el Pentagonismo Fase Superior del Capitalismo, y Composición Social Dominicana, lo destacan como un gran intelectual, con sensibilidad literaria y compromiso con las causas justas al frente del partido fundado por Bosch, así como su alto concepto político.
En “Judas Iscariote, el Calumniado”, Bosch mostró su gran genio, se basó en la lectura de los cuatro evangelios, respetando siempre la figura de Jesús, reconociendo su existencia histórica, y su labor evangélica, sin abandonar el análisis crítico, poniendo de manifiesto las contradicciones en los textos escritos analizados, expuso Garzón.
Dijo que los hallazgos sobre la figura de Judas Iscariote valoran la obra de Bosch, en la que se cuestionan dogmas ancestrales, y se reconoce la moralidad del personaje.
Manifestó que a petición del presidente Leonel Fernández, para que escribiera el prólogo de la obra, como juez, solo puede emitir con rigor y prudencia un juicio, afirmando que todos los argumentos que resalta Bosch en el libro, “la sentencia que recibiría Judas Iscariote, no sería condenatoria, sino de absolutoria”.