Miguel Vargas asegura que de llegar a la Presidencia mantendrá un tope al gasto corriente de 70% del gasto público total, a fin de liberar recursos para la inversión en obras de infraestructuras necesarias para apoyar el crecimiento económico.
Otras metas económicas concretas del candidato perredeísta son mantener un crecimiento sostenido del PIB de 7%-8% anual; una inflación anual inferior al 7%; un déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos inferior al 2% del PIB.
Además, promete mantener el equilibrio en las finanzas del sector público consolidado, producto de una racionalización de la política de gasto público y un sistema tributario sencillo, que permita recaudar lo necesario, sin desincentivar el ahorro y la inversión privada, así como un nivel de ahorro e inversión global equivalente al 25% del PIB.
De acuerdo a su propuesta de gobierno, Vargas redistribuirá de manera regional el gasto público, intensificando los esfuerzos hacia las zonas que conforman los polos de desarrollo regionales para que apuntalen el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios.
Agrega que de forma complementaria, se ejecutará un programa de inversiones en la zona fronteriza para estimular el empleo y reducir la migración hacia los principales centro urbanos del país.
Además, garantiza que duplicará la inversión del gobierno en las áreas sociales como salud, educación, vivienda y seguridad social.
Para cumplir con su objetivo Vargas indica que ejecutará una estrategia de crecimiento y desarrollo económico basado en una estabilidad macroeconómica fundamentada en finanzas públicas equilibradas, generando un superávit global del 1% que permita acelerar el desmonte de la deuda del Banco Central.
En el marco de esta estrategia, expone, la autonomía del Banco Central es un compromiso fundamental, por lo que el organismo emisor establecerá una meta de inflación inferior a los dos dígitos y adoptará las medidas necesarias para cumplirla de forma consistente en el tiempo.
Capitalización.
Con relación al programa de capitalización del Banco Central, Vargas explica que para cumplir de manera gradual con el mismo, se debe poner en marcha una política de austeridad que permita liberar RD$35,000 millones al año de gastos no productivos. De los fondos liberados, se tomaría un porcentaje para el gobierno pagar intereses al banco por los bonos estatales recibidos por este último.
“Eso permitirá acelerar la entrega de bonos al Banco Central, reducir más rápidamente el déficit fiscal y comenzar a reducir la deuda del Banco Central a partir del año 2013, cuatro años antes de lo plasmado en el programa de capitalización”, se expresa el programa de gobierno del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Con esta medida y la venta de los activos de los bancos colapsados y aportes de otros activos del Estado, como terrenos, acciones de empresas públicas, derechos de uso del espacio aéreo para negocios de telecomunicaciones, la deuda del Banco Central quedaría totalmente desmontada en 15 años, asegura.
Otro de los planes de Miguel Vargas es flexibilizar los topes en los préstamos establecidos en las normas vigentes. Para lo que se propone elevar de RD$5,000,000 a RD$15,000,000 el tope de los préstamos a empresas en base a su historial de pago y someterá una propuesta para elevar los topes de crédito que prevalecen para las micro, pequeñas y medianas empresas.
Promocionará el ahorro a través de una tasa nominal superior a la inflación