La proliferación de los bandereos y el activismo proselitista de los partidos políticos se convirtieron este año en un serio trastorno para el regreso de millares de personas que viajaron a playas y balnearios, y a sus pueblos de origen, durante el feriado de la Semana Santa.
“Es imposible controlarlos y mantenerlos lejos de la autopista”, dijo el capitán de la Policía, Milcíades Sánchez, mientras vigilaba a los agentes debajo del puente Juan Carlos en la avenida Las Américas, que intentaban mantener lejos del tránsito a cientos de militantes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que con banderas blancas promocionaban a su candidato presidencial Miguel Vargas Maldonado.
Mientras la muchedumbre perredeísta bandereaba debajo del puente, otros muchos cruzaban el puente en motocicletas, vehículos y colocaban afiches y banderas en las barandas.
No lejos de los perredeístas que estaban en Las Américas, decenas de activistas reformistas enarbolaban banderas rojas en favor de Amable Aristy Castro, y del lado oeste del puente, cientos de activistas peledeístas agitaban banderas moradas, amarillas y de los partidos del Bloque Progresista que apoyan la reelección del presidente Leonel Fernández.
“Ni a unos ni otros, no podemos mantenerlos a la orilla de la autopista”, dijo el capítán Sánchez, musitando que “con los políticos es mejor no tener problemas”.
Estos bandereos provocaban un cuello de botella con los vehículos que venían desde la región Este y que eran “correteados” por flanqueadores de la Policía y la AMET.
Igual situación se produjo en todas las autopistas y carreteras de entrada a la zona metropolitana del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, desde el mediodía hasta entrada la noche, cuando se retiraron los propagandistas políticos.
En la autopista Duarte, el regreso desde la región Norte sufrió los mismos inconvenientes. Allí los bandereos eran notables en todas las ciudades por donde pasa la autopista, desde La Vega hasta Los Alcarrizos.
Los grupos se congregaron también en el Puente Juan Bosch; debajo del elevado de Los Alcarrizos y en la intersección de la 27 de Febrero e Isabel Aguiar, en este último punto se observaron los grupos del PRD y PLD a pocos metros de distancia.
De acuerdo al dirigente perredeísta, Víctor Peralta, los bandereos son incómodos porque pueden congestionar el tránsito, pero ayudan a evitar accidentes porque los automovilistas tienen que venir a menos velocidad. “No todo es negativo, una cosa ayuda la otra”, dijo.