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martes, 14 de octubre de 2008

La FAO afirma alza de alimentos elevó hambre a 52 millones de personas en América Latina

SANTIAGO DE CHILE.- El alza de los alimentos elevó a 52 millones de personas el número de subnutridos en América Latina, alertó hoy la Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La escalada del hambre paradójicamente comenzó el año 2003, cuando la región inició su mayor período de expansión económica en 40 años, dijo hoy el director de la entidad, José Graziano da Silva.
Desde entonces, unos seis millones de latinoamericanos y caribeños comenzaron a padecer hambre, lo que implicó retroceder a los niveles de 1990, la última vez que 51 millones de personas sufrieron este flagelo en América Latina.
Los países más afectados fueron aquellos con altos niveles de importación de nutrientes y con magras políticas de seguridad alimentaria, como los centroamericanos.
"La crisis financiera podría agravar aún más la situación", agregó Graziano, quien sostuvo que es difícil prever cuándo los precios de los alimentos retrocederán en los mercados internacionales.
De hecho, este año la inflación de los alimentos superó en 50 por ciento el IPC general, según cálculos de la Comisión Económica para América Latina, Cepal.
Además en países como Bolivia, Colombia, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Perú los pobres están destinando un 60 por ciento de sus ingresos a este concepto. Los más afectados serán finalmente los 11 millones de latinoamericanos que viven hoy con menos de 50 centavos de dólar por día, según cifras de los gobiernos.
"La buena noticia -matizó Graziano- es que hubo un aumento de la producción de cereales, que llegará a unos 176,1 millones de toneladas, un 3,8 por ciento más que en 2007".
"En América Latina, el hambre no es un problema de producción, sino de acceso", insistió el funcionario, quien pidió políticas a favor de la equidad en esta materia.
El cambio climático también debiere complicar la situación, pues millones de hectáreas cultivables perderán su idoneidad agrícola en la región en el futuro, agregó Jan Van Wanbeke, experto de FAO en el tema.
La mayor temperatura está secando las tierras, afectando la previsibilidad de los flujos de agua y modificando los patrones de las plagas agrícolas.
"La situación puede derivar colateralmente en una concentración de la tenencia de la tierra", alertó el experto.
En América Latina hay 720 millones de hectáreas agrícolas que proveen un producto sectorial de 122.000 mil millones de dólares, que en su mayoría es producido por México, Argentina, Brasil, Uruguay y Chile.