LONDRES.- La cantante estadounidense Madonna podría verse obligada a pagar hasta 100 millones de libras (unos 126 millones de euros) a Guy Ritchie, que ha sido su marido durante casi ocho años, por el divorcio, según expertos citados por el diario "The Independent".
Esa cantidad equivale a cuatro veces lo que le costó al ex beatle Paul McCartney el divorcio de su segunda esposa, Heather Mills.
Se ignora, sin embargo, si Madonna tuvo la precaución de blindar en su día su fortuna exigiéndole a su futuro marido que firmase un acuerdo que limitase la cantidad que pudiera reclamar en caso de fracaso de su matrimonio.
Ambos quieren divorciarse por la vía rápida, al estilo norteamericano, lo que podría dar lugar a un acuerdo al margen de los tribunales en cuestión de semanas, que luego tendría que aprobar un juez.
Si Madonna y Ritchie no llegasen, sin embargo, a tal acuerdo, tendrían que recurrir a los tribunales.
Según el abogado Andrew Nexbury, si Guy Ritchie insistiese en que los procedimientos para el divorcio tuvieran lugar en Gran Bretaña, le podría costar a Madonna mucho más caro que si el caso se celebrase en California.
La última lista de ricos elaborada por el dominical The Sunday Times calculaba la fortuna conjunta de la pareja en 300 millones de libras (378 millones de euros), aunque la mayor parte de ese dinero se debe a la carrera musical y discográfica de la cantante.
Madonna podría argumentar para limitar la cantidad que deberá pagar a su marido que la mayor parte de la fortuna la hizo antes de casarse con él.
Se cree que Madonna es la propietaria única de la residencia londinense de la pareja, valorada en casi 9 millones de euros, y de otro inmueble vecino, cuyo valor se estima en cerca de esa cantidad.
También parece ser dueña única de dos apartamentos en Manhattan que dan al Central Park.
La contribución de Guy Ritchie a la riqueza conjunta se calcula en 20 millones de libras (algo más de 25 millones de euros), dinero que ha ganado como director de cine.
La prensa británica le atribuye también la propiedad de la mansión que tiene el matrimonio en el condado inglés de Ashcombe Wiltshire.
La pareja es además dueña conjuntamente de otras propiedades en Londres, incluido un edificio valorado en 4.5 millones de euros que se utiliza como sede de la secta Kabbalah, afiliada al judaísmo, así como de una mansión en Beverly Hills (California), cuyo valor estimado es de casi 16 millones de dólares.
Madonna y Ritchie son también dueños de un pub en Londres y poseen varios automóviles, entre ellos un Audi Q7, un Mercedes Benz y un Range Rover.
Personas próximas a la pareja creen que uno de los factores que pueden complicar el proceso de divorcio son los hijos.
La pareja tiene dos hijos: Rocco, de ocho años, y David Banda, de dos, un niño de Malawi que adoptaron en el 2006.
Pero Madonna tiene también una hija de doce años, Lourdes, de su anterior relación con su entrenador personal Carlos Leon.
Según la abogada Joanna Grandfield, citada hoy por "The Independent", habría problemas si Madonna insistiese en llevarse a Rocco y David a Estados Unidos.
"Dado que ambos se han criado en Gran Bretaña, necesitaría para ello el permiso del padre o, en su defecto, tendría que acudir a los tribunales", señala la abogada.
Durante el último año, la pareja parece haber intentado salvar su matrimonio para proteger a sus hijos y, hace sólo unas semanas, en una manifestación de solidaridad, Madonna acompañó a Ritchie en el estreno londinense de la película de este último "RocknRolla".
Los amigos de Madonna aseguran que la cantante quería esperar a terminar su gira actual en diciembre para hacer el anuncio de la separación, pero las tensiones crecientes en el matrimonio han precipitado las cosas.