Radhamés Gómez Pepín fue anoche el protagonista del acto. El santiaguero, que lleva más de 50 años detrás de la noticia, sin dejar de hablar con su orgulloso acento de la “i” del Cibao, le editaron, en reconocimiento, el libro El Legado de un Periodista.
En la torre Banreservas, empresa que auspició la obra, se reunieron decenas de personas que hicieron filas para abrazarlo y expresarle admiración. Sus ojos brillaban al borde de las lágrimas.
La obra, de 178 páginas, recopila testimonios, entrevistas y valoraciones sobre su persona y el ejercicio periodiístico. Una variedad de fotografías rememoran diferentes episodios del veterano periodista, incluyendo apariciones con su familia.
El libro fue editado por Domingo Del Pilar y José Rafael Sosa dos sobresalientes periodistas de El Nacional. “Aunque sabemos que no se siente muy cómodo con este tipo de actos, nuestro interés ha sido reconocer, en vida, su trayectoria y dedicación a esta carrera con la esperanza de que su ejemplo se multiplique”, expresó Del Pilar.
“!Mamá: usted está hablando con el director de El Nacional”, con esta anécdota recordó el empresario José Luis ñPepín- Corripio que Radhamés Gómez Pepín asumió la dirección de ese vespertino, hace 20 años.
Daniel Toribio, administrador del Banrservas, dijo que Gómez Pepín es una gran reserva del periodismo dominicano. Ese periodista, que sobrevivió a la Era de Trujillo, testigo y defensor de los derechos humanos durante los Doce Años de Balaguer, fue un joven seminarista y sargento de la aviación.
El empresario Corripio dijo que el periodista llegó a su cúspide, en medio del orgullo de tenerlo como director. Como grupo empresarial, señaló, han confirmado que por encima de la riqueza económica de un medio de comunicación, la honradez y credibilidad de su director mueve más fácil la opinión pública.
Mercedes Castillo, presidenta del Colegio Dominicano de Periodistas, y Alberto Caminero, de la directiva, le entregaron una resolución que declara a Gómez Pepín “Maestro del Periodismo Dominicano”. Otros tres periodistas de El Nacional, Leo Corporán, Emilio Ortiz y José Miguel Montero, le entregaron una placa de reconocimiento en momentos que crecía la celebración. Desde la mesa de presentación, ocurrencias de Gómez Pepín movieron a risas a todo el auditorio. Además, de Gómez Pepín, Corrripio, Toribio y los autores, en la mesa estuvieron Altagracia Paulino y Carlos Manuel Estrella, de Santiago, quien presentó la obra.
Discursos fueron alternándose con intervenciones artísticas. Rubén González Ávila, virtuoso de la guitarra clásica. Hubo sonoros aplausos de funcionarios públicos, periodistas, directores de otros periódicos, empresarios, comentaristas de radio y televisión, familiares y amigos.
“Tan agradecido estoy que ni siquiera voy a enojarme por el trasnoche de que me han hecho víctima”, concluyó Gómez Pepín sus palabras.
