Los barrios de Los Guandules, Guachupita y La Cienaga, de la parte alta de la capital marcharon hoy en reclamo del cese de la violencia, la corrupción y el ruido “insoportable” que según sus moradores no los deja descansar ni vivir en paz.
Los residentes de los referidos sectores partieron de la parroquia Domingo Savio y San Martín de Porres, con pancartas y consignas alusiva a sus reclamos concluyendo en el puente que une a Guachupita con Los Guandules.
“Nuestras comunidades salen a caminar como señal de que no aguantamos más los males de nuestros barrios. Y por eso le pedimos a nuestra madre María que rompa las cadenas que mantienen a nuestros barrios bajo los males de la violencia, corrupción y el ruido insoportable que no nos dejas descansar y vivir en paz”, expresó el padre Javier Vidal, de la parroquia Domingo Savio.
Pidió a la Fiscalía Barrial y a la Policía Nacional no dejarse corromper por los males de la sociedad y que cumplan con su deber de controlar los niveles de decibeles permitidos en los horarios establecidos.
Manifestó que la ley es para cumplirse y que cada vez que ven a los fiscales y los policías dejarse corromper, “provoca en nosotros coraje e indignidad, pues así no puede construirse un barrio seguro”.
Manifestó que se habla de Barrio Seguro, en alusivo al plan llevado a cabo por el Gobierno, en los sectores de la parte alta de la capital, pero que las leyes no se cumplen.
“María es la mujer de la lucha por la paz. Su vida fue una vida de servicio incondicional para los demás. Por eso, en este día solemne de su fiesta, le pedimos que nos ayude a enfrentar los ruidos que emiten las bocinas de los colmadones, los megáfonos, las armas de fuego y la violencia doméstica. Todos estos ruidos provocan enfermedades”, enfatizó el cura párroco.
Pidió a las autoridades a no hacerse las sordas ante el grito que lanza la comunidad barrial y que todos contribuyan a que se respeten las leyes que defienden la dignidad humana.
“La iglesia y los obispos dominicanos, consagramos los barrios al corazón de María para que nuestros hogares se comprometan a vivir la paz que sólo Dios nos puede regalar”, enfatizó el padre Javier Vidal.
De su lado, María Victoria Montero, del sector Los Guandules, con pancarta en manos, asegura que está enferma del corazón y de los nervios, y que hay personas con enfermedades terminales que han fallecido a destiempo por la situación que se está viviendo en su comunidad.
“Nosotros no queremos que le quiten las bocinas a los colmadones o las casas de familia, pero si queremos crear conciencia de cómo vivir en una comunidad de paz y que se respeten las leyes de nuestro país”, apuntó Victoria Montero, quien dice tener 20 años residiendo en Los Guandules.
Niños, jóvenes y adultos portaban pancartas que decían “No al ruido, bajemos el volumen a las bocinas”. “Virgen de la Altagracia rompe la cadena del ruido. “ Caminemos por la paz en contra del ruido”, entre otras consignas.
“Nuestras comunidades salen a caminar como señal de que no aguantamos más los males de nuestros barrios. Y por eso le pedimos a nuestra madre María que rompa las cadenas que mantienen a nuestros barrios bajo los males de la violencia, corrupción y el ruido insoportable que no nos dejas descansar y vivir en paz”, expresó el padre Javier Vidal, de la parroquia Domingo Savio.
Pidió a la Fiscalía Barrial y a la Policía Nacional no dejarse corromper por los males de la sociedad y que cumplan con su deber de controlar los niveles de decibeles permitidos en los horarios establecidos.
Manifestó que la ley es para cumplirse y que cada vez que ven a los fiscales y los policías dejarse corromper, “provoca en nosotros coraje e indignidad, pues así no puede construirse un barrio seguro”.
Manifestó que se habla de Barrio Seguro, en alusivo al plan llevado a cabo por el Gobierno, en los sectores de la parte alta de la capital, pero que las leyes no se cumplen.
“María es la mujer de la lucha por la paz. Su vida fue una vida de servicio incondicional para los demás. Por eso, en este día solemne de su fiesta, le pedimos que nos ayude a enfrentar los ruidos que emiten las bocinas de los colmadones, los megáfonos, las armas de fuego y la violencia doméstica. Todos estos ruidos provocan enfermedades”, enfatizó el cura párroco.
Pidió a las autoridades a no hacerse las sordas ante el grito que lanza la comunidad barrial y que todos contribuyan a que se respeten las leyes que defienden la dignidad humana.
“La iglesia y los obispos dominicanos, consagramos los barrios al corazón de María para que nuestros hogares se comprometan a vivir la paz que sólo Dios nos puede regalar”, enfatizó el padre Javier Vidal.
De su lado, María Victoria Montero, del sector Los Guandules, con pancarta en manos, asegura que está enferma del corazón y de los nervios, y que hay personas con enfermedades terminales que han fallecido a destiempo por la situación que se está viviendo en su comunidad.
“Nosotros no queremos que le quiten las bocinas a los colmadones o las casas de familia, pero si queremos crear conciencia de cómo vivir en una comunidad de paz y que se respeten las leyes de nuestro país”, apuntó Victoria Montero, quien dice tener 20 años residiendo en Los Guandules.
Niños, jóvenes y adultos portaban pancartas que decían “No al ruido, bajemos el volumen a las bocinas”. “Virgen de la Altagracia rompe la cadena del ruido. “ Caminemos por la paz en contra del ruido”, entre otras consignas.