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martes, 23 de septiembre de 2008

Solicitan ayudas para becar niños pobres en sector San Carlos del DN












El licenciado Carlos Martínez, pastor de la Iglesia Evangélica Wesleyana Fuente de Vida Eterna, busca que personas e instituciones caritativas ayuden a niños pobres del sector San Carlos para becarlo en el programa que ptrocina la iglesia.
Más de cien menores pobres del barrio capitaleño de San Carlos esperan por un patrocinio per cápita de nueve mil pesos anuales para entrar al exitoso Programa de Becas Niños con Esperanza, que mantiene allí la escuela María Trinidad Sánchez, una institución cristiana de autogestión.
Dicha iniciativa, en la que participan 40 niños y niñas de los niveles educativos inicial, básico y medio, garantiza una educación integral que conjuga la satisfacción de las necesidades del espíritu y del intelecto, lo cual contribuye a mejorar sus expectativas de futuro.
Así lo aseguró el licenciado Carlos Martínez, pastor de la Iglesia Evangélica Wesleyana Fuente de Vida Eterna, cuyo Ministerio de Compasión tiene a su cargo el centro educativo en el que estudian 242 menores de escasos recursos a bajo costo, 33 de ellos becados por la propia escuela y siete por personas cristianas.
Martínez informó con satisfacción de la graduación este año de 25 bachilleres y del hito de que todo el estudiantado de octavo curso superara las Pruebas Nacionales, al tiempo que solicitó ayuda a empresas, instituciones y personas interesadas en apadrinar la educación de un niño o niña.
Expresó que quienes quieran conocer el trabajo del plantel educativo pueden dirigirse a su local de la calle Abreu número No. 66, en San Carlos; o llamar al teléfono 809-688-7401.
Asimismo, resaltó que con apenas nueve mil pesos anuales puede financiarse la educación de calidad para cualquiera de los menores en lista de espera. Cada uno de los estudiantes apadrinados recibirán, además, merienda, útiles escolares y orientación espiritual fundamentada en la Biblia.
“El trabajo de la escuela María Trinidad Sánchez está transformando esta comunidad. Nuestros menores son presas fáciles de las drogas y de la delincuencia. Tenemos una población de unas once mil personas, de las cuales alrededor del 30 por ciento son menores”, indicó.
Agregó que San Carlos se encuentra carcomido por la violencia, la pobreza, la prostitución, los estupefacientes, los embarazos en adolescentes, la deserción estudiantil y otros males sociales, los cuales son combatidos por la institución educativa con una formación cimentada en los valores cristianos.
“Hemos obtenido notables avances, sólo académicos; sino también de comportamiento. Muchos padres y madres reportan que sus hijos e hijas han abandonado las malas palabras y los malos hábitos, por la oración y la bendición en el hogar”, concluyó.