NUEVA YORK.- El presidente Leonel Fernández sugirió cerca del mediodía que sean cumplidas las promesas de los países ricos para hacer cumplir los Objetivos del Milenio y se atiendan urgentemente las necesidades de los pobres en la misma magnitud que se buscan soluciones inmediatas a la crisis financiera en Estados Unidos y otras naciones.
Fernández, al intervenir ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, se lamentó de que las naciones más ricas que se comprometieron a aportar ayuda oficial extraordinaria para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, se han quedado cortas a la hora de hacer efectivas sus ofertas.
Sostuvo que "solo cinco de esas naciones -Noruega, Suecia, Holanda, Dinamarca y Luxemburgo- han hecho honor a sus compromisos, haciendo aportes iguales y en algunos casos superiores al 0.7 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) que fue establecido como apropiado por esta organización mundial".
Precisó que no obstante, lo cierto es que en estos momentos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio se requiere, por parte de la comunidad internacional, de un plan de rescate financiero, de una especie de "bailout", como se dice en estos días. Fernández recordó que conforme a estudios del Banco Mundial, se demandaría en promedio, cada ano, en ayuda externa, cerca de 50 mil millones de dólares para cumplir con dichos objetivos, para los cuales la República Dominicana fue escogida junto a otros cuatro países como modelo para la ejecución del proyecto de la ONU.
"Eso equivale a decir que para que se cumplan los propósitos de elevar la realidad de vida y las condiciones de dignidad de las naciones pobres del mundo, se necesitara de un plan internacional de financiamiento económico tan audaz y tan urgente como el que actualmente se lleva a cabo para salvar a Freddie Mac, Fannie Mac, Bear Storns, Merrill Lynch, AIG y otras instituciones financieras", subrayo. Estimó que de aquí al 2015, es decir, durante los próximos siete años, hasta cumplirse la fecha de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, se requeriria, siguiendo el criterio del Banco Mundial, 350 billones de dolares de ayuda externa.
Añadio que ello "representa la mitad de lo que en estos momentos se debate en el Congreso de los Estados Unidos para salvar de la quiebra a las empresas financieras de Wall Street, responsables de su propio fracaso".
El mandatario dominicano fue enérgico al señalar que "los pueblos del mundo afectados por el hambre y la miseria levantan su voz para que la comunidad internacional preste a la solución de sus necesidades la misma rápida atención con que ha acudido a salvar de la hoguera a instituciones bancarias ala borde del colapso".
Puntualizó, en su intervención de 15 minutos, que "no queremos albergar la idea de que el rescate de la dignidad de los pobres del mundo no tenga la misma prioridad ni la misma urgencia que el salvamento de instituciones que operan en el mas poderoso centro financiero del mundo". Aclaró que no vino a la ONU a condenar a nadie. "Tampoco hemos venido a levantar nuestro índice acusador contra ninguna nación amiga, miembro de esta familia de las Naciones Unidas.