CATAÑO, Puerto Rico.- Una potente explosión en los tanques de almacenaje de gasolina y diesel de la empresa Gulf Caribbean Petroleum Corp. en las inmediaciones de San Juan provocó una onda expansiva que se sintió en toda la zona metropolitana de la capital.
El director de Manejo de Emergencias de San Juan, Carlos Acevedo, dijo a la AP que aunque en un principio observó cinco tanques incendiados, un helicóptero de la policía que sobrevoló el área permitió ubicar al menos 12 tanques afectados por la explosión en Cataño, municipio aledaño a la capital puertorriqueña.
"Eso allá dentro es una bomba de tiempo", dijo el agente Juan del Río sobre el riesgo de nuevos estallidos en la instalación, de la que se desprendían grandes llamaradas y una enorme columna de humo.
El superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha, dijo que no tiene información de heridos dentro del área del fuego.
Sin embargo, la explosión rompió los cristales de varios vehículos que pasaban por el lugar y un número indeterminado de conductores tuvieron heridas leves.
Los trabajadores de emergencia de la Gulf intentaban enfriar dos tanques, que surten a la central generatriz Palo Seco de la Autoridad de Energía Eléctrica, para evitar que estallen y dejen sin electricidad a grandes zonas del país.
El director de la Agencia Estatal de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres, Heriberto Saurí, hizo un llamado a que los curiosos para que eviten acercarse al lugar pues las autoridades necesitan las vías libres para los vehículos de emergencia.
A las 01:40 de la mañana del viernes, los primeros cuatro camiones de bomberos lograron entrar al lugar del incendio.
El gobernador Luis Fortuño dijo que comunicó con la Guardia Nacional para consultarla sobre sus posibilidades de ayuda con equipo.
"Esto va a tomar muchas horas, va a afectar el flujo de tránsito por la mañana", añadió.
El sargento José Torres dijo a la AP que aún se desconocía con precisión el alcance o los daños causados por la explosión, ocurrida alrededor de las 00:30 horas del viernes.
En el Centro Médico, las autoridades prepararon dos carpas en el vestíbulo de la entrada de la sala de emergencia para atender a los posibles heridos que estén contaminados con gasolina.
"Todos los contaminados se quedan aquí", dijo el médico Wilfredo Díaz Romero a su personal que esperaba la llegada de lesionados.