Familiares de Ramón Alfonso Espinal Reyes, de 52 años, muerto de un tiro en la cabeza presumiblemente por su esposa el pasado viernes, piden justicia y que las autoridades capturen a la imputada que se encuentra prófuga en Estados Unidos.
Su madre Aura Reyes de Martínez manifestó entre lágrimas que la acción cometida por Wendy María Polanco González no tiene perdón, ya que “arrebató para siempre uno de los miembros más queridos de la familia”.
Naró que su hijo había sido amenazado por la esposa en varias ocasiones. “Yo me enteraba muy poco de la situación con ella; él no me la comentaba, pero los vecinos y amigos me lo decían. Ella lo había amenazado de muerte, pero no me decía nada porque yo estoy enferma”, comentó.
La madre manifestó que Polanco González trataba muy mal a su vástago, inventándole infidelidades que, según aseguró, no eran ciertas, además de que frecuentemente arrojaba su ropa desde el balcón y que él se presentaba a la casa con arañazos y moretones.
“Mi hijo era bueno, todo el mundo lo dice, eso no se puede quedar así, ella que pague por lo que hizo. Mi hijo siempre fue bueno con ella y nunca le hizo nada y él aguantando todos esas cosas”, expuso.
Explicó que Espinal Reyes siempre se alejaba de su esposa pero igual lo buscaba y le rogaba que volviera poniendo excusas como que “el niño estaba enfermo, amenazas y otras, situación que lo obligaban a volver con ella.
Agregó que cuando se separaban, la mujer lo llamaba constantemente a la casa o al trabajo, pero si no quería escucharla, entonces iba a la casa a buscarlo.
“Siempre que discutían él venía aquí; la última vez duró siete meses aquí y se juntaron de nuevo en diciembre porque ella vino rogando, prometiendo que las cosas cambiarían”, dijo.
Expresó que todo el mundo considera a su hijo como una persona respetable, alegre y buena.
Compañeros de trabajo
Los colegas de trabajo de Espinal Reyes, quien era encargado de facturas del Ayuntamiento Santo Domingo Este, manifestaron que era el mejor compañero de todo el departamento.
Lo definieron como una persona alegre, servicial, sociable y con el mejor comportamiento.
En la mañana del lunes sus compañeros se encontraban en un ambiente de duelo, colocaron un pequeño velón en el escritorio del fallecido y una tarjeta con la fecha de su cumpleaños.
“Ellos siempre tenían problemas, él la dejaba a ella y se iba para la casa de su madre y ella iba a buscarlo para que volvieran. A veces él decía que no le pasaran el teléfono si era ella, pero llamaba diciendo que era otra persona”, destacó uno de sus compañeros.
Otra compañera manifestó que en varias ocasiones la mujer le botaba la ropa o lo dejaba dormir en el balcón porque no quería abrirle la puerta. También expresan que la señora Wendy siempre llamaba con una actitud celosa y llena de dudas.